Si el equipo de campaña de doña Laura Chinchilla tiene alguna pizca de inteligencia y malicia, debieron de salir con el pelo parado ayer, después del debate, pues su candidata se identificó más con ideas de derecha que con una visión clara de la socialdemocracia de centro o centroizquierda. Doña Laura dejó en la puerta del auditorio del Colegio de Médicos, cualquier resquicio de algún pasado socialdemócrata que tuviera algún día, en contraposición, inclusive, con los discursos y la visión de campaña y gobierno del Presidente Arias.
Veámos los hechos:
1. La posición de doña Laura sobre la relación Estado-Iglesia fue ambivalente y muy ambigua, rehuyó a decir con claridad que debía haber una separación ahí y que el Estado debía declararse laico. Don Johnny tuvo más contundencia, ella en cambio habló de "llevar este proceso de la mano con la Iglesia". ¿Pretende eliminar el Estado confesional pidiéndole opinión a la Iglesia? Al mejor estilo de la derecha cristiana estadounidense, con un expresidente de ingrata memoria, ella piensa dejar que la Iglesia, y la fé en general, intervenga en las decisiones políticas del país. Doña Laura, diga la verdad, en algún lado usted tiene el carnet del Partido Republicano, lo sacó cuando estudió en Georgetown, ¿verdad?.
2. Laura Chinchilla es contraria a una reforma fiscal. Claro, la representación de la derecha liberacionista, el adalid de La Nación, no podía decir otra cosa. Lo extraño aquí es que el Presidente Arias ha sido enfático en la necesidad de incrementar la carga tributaria del país, lo ha dicho muchas veces, comparándonos con los países nórdicos en ese sentido. ¿Por qué doña Laura contradice al Presidente en ese punto? ¿No es ésta una clara visión socialdemócrata, la de buscar mayores recursos para hacer más inversión pública y más gasto social? ¿No es propio de la socialdemocracia la visión de un Estado fuerte? Las clases de doña Laura en Georgetown debieron complementarse con una lectura a profundidad del libro cumbre de J.M. Keynes.
3. "No hay que subir impuestos, hay que mejorar la eficiencia del gasto". De haberlo visto con mis propios ojos, pensaría que estaba escuchando a Otto Guevera, Federico Malavassi o Mario Quirós, en lugar de a Laura Chinchilla. Doña Laura: ¿qué pasó con la visión socialdemócrata de la justicia y la equidad en el pago de impuestos? ¿No deberían los ricos pagar más, los mismos que ahora se benefician de bajas tasas de impuestos? ¿Por qué si el Presidente pidió y logró un impuesto a las casas de lujo, como la suya en Bosques de Lindora, ahora se quita de esa visión? ¿Será que no le gusta la justicia tributaria porque le va a tocar pagar más impuestos?
4. Al mejor estilo del vaquero de Crawford, doña Laura quiere mano dura con los delincuentes. ¿Qué pasó con las medidas de reinserción social? ¿Por qué don Johnny sí se expresó a favor de eso y usted no? ¿Sabe usted que según los estudios del PNUD, la violencia y el crimen tienen su origen en la desigualdad? Claro, esa desigualdad se resuelve poniendo a los ricos a pagar impuestos y dirigiendo el gasto a los más necesitados. Sí, usted está a favor de Avancemos y de las pensiones del régimen no contributivo, lo resaltó ayer como si fuera un logro suyo, ¿pero cómo lo piensa financiar? Quiere mantener esos programas y destinarles más recursos, pero ¿de dónde va a sacar la plata para financiarlos, si no quiere más impuestos para sus amiguitos de Lindora? Claro, para no molestar a los pobres ricos, que no tienen la culpa de ser ricos, mejor la mano dura de la represión, que la palma de olivo de la reinserción social. Le recomiendo, señora, que lea el libro de John Kenneth Galbraith, "La Cultura de la Satisfacción", a ver si aprende.
5. Finalmente, la conciencia la traicionó. No se pudo identificar como socialdemócrata, prefirió decir que era "pragmática". La verdad doña Laura, usted no es pragmática, usted es una blandengue, que no tiene el carácter para identificarse con los ideales de su partido y por eso se rodea de la extrema derecha del PLN, como por ejemplo Eduardo Lizano, el defensor #1 del sector financiero, que prefería la inflación antes que molestar a sus amigos banqueros.
Ah, y no conozco a Johnny Araya, ni a nadie de su comando de campaña. Nadie de la tendencia de don Johnny habló conmigo, ni me pidieron ningún favor, ni me dieron dinero. Aclaro, para cuando venga a tratar de corregir los entuertos de su presentación de ayer en el debate de Repretel y quiera acusarme de estar "coludido" con don Johnny.
Veámos los hechos:
1. La posición de doña Laura sobre la relación Estado-Iglesia fue ambivalente y muy ambigua, rehuyó a decir con claridad que debía haber una separación ahí y que el Estado debía declararse laico. Don Johnny tuvo más contundencia, ella en cambio habló de "llevar este proceso de la mano con la Iglesia". ¿Pretende eliminar el Estado confesional pidiéndole opinión a la Iglesia? Al mejor estilo de la derecha cristiana estadounidense, con un expresidente de ingrata memoria, ella piensa dejar que la Iglesia, y la fé en general, intervenga en las decisiones políticas del país. Doña Laura, diga la verdad, en algún lado usted tiene el carnet del Partido Republicano, lo sacó cuando estudió en Georgetown, ¿verdad?.
2. Laura Chinchilla es contraria a una reforma fiscal. Claro, la representación de la derecha liberacionista, el adalid de La Nación, no podía decir otra cosa. Lo extraño aquí es que el Presidente Arias ha sido enfático en la necesidad de incrementar la carga tributaria del país, lo ha dicho muchas veces, comparándonos con los países nórdicos en ese sentido. ¿Por qué doña Laura contradice al Presidente en ese punto? ¿No es ésta una clara visión socialdemócrata, la de buscar mayores recursos para hacer más inversión pública y más gasto social? ¿No es propio de la socialdemocracia la visión de un Estado fuerte? Las clases de doña Laura en Georgetown debieron complementarse con una lectura a profundidad del libro cumbre de J.M. Keynes.
3. "No hay que subir impuestos, hay que mejorar la eficiencia del gasto". De haberlo visto con mis propios ojos, pensaría que estaba escuchando a Otto Guevera, Federico Malavassi o Mario Quirós, en lugar de a Laura Chinchilla. Doña Laura: ¿qué pasó con la visión socialdemócrata de la justicia y la equidad en el pago de impuestos? ¿No deberían los ricos pagar más, los mismos que ahora se benefician de bajas tasas de impuestos? ¿Por qué si el Presidente pidió y logró un impuesto a las casas de lujo, como la suya en Bosques de Lindora, ahora se quita de esa visión? ¿Será que no le gusta la justicia tributaria porque le va a tocar pagar más impuestos?
4. Al mejor estilo del vaquero de Crawford, doña Laura quiere mano dura con los delincuentes. ¿Qué pasó con las medidas de reinserción social? ¿Por qué don Johnny sí se expresó a favor de eso y usted no? ¿Sabe usted que según los estudios del PNUD, la violencia y el crimen tienen su origen en la desigualdad? Claro, esa desigualdad se resuelve poniendo a los ricos a pagar impuestos y dirigiendo el gasto a los más necesitados. Sí, usted está a favor de Avancemos y de las pensiones del régimen no contributivo, lo resaltó ayer como si fuera un logro suyo, ¿pero cómo lo piensa financiar? Quiere mantener esos programas y destinarles más recursos, pero ¿de dónde va a sacar la plata para financiarlos, si no quiere más impuestos para sus amiguitos de Lindora? Claro, para no molestar a los pobres ricos, que no tienen la culpa de ser ricos, mejor la mano dura de la represión, que la palma de olivo de la reinserción social. Le recomiendo, señora, que lea el libro de John Kenneth Galbraith, "La Cultura de la Satisfacción", a ver si aprende.
5. Finalmente, la conciencia la traicionó. No se pudo identificar como socialdemócrata, prefirió decir que era "pragmática". La verdad doña Laura, usted no es pragmática, usted es una blandengue, que no tiene el carácter para identificarse con los ideales de su partido y por eso se rodea de la extrema derecha del PLN, como por ejemplo Eduardo Lizano, el defensor #1 del sector financiero, que prefería la inflación antes que molestar a sus amigos banqueros.
Ah, y no conozco a Johnny Araya, ni a nadie de su comando de campaña. Nadie de la tendencia de don Johnny habló conmigo, ni me pidieron ningún favor, ni me dieron dinero. Aclaro, para cuando venga a tratar de corregir los entuertos de su presentación de ayer en el debate de Repretel y quiera acusarme de estar "coludido" con don Johnny.
3 comentarios:
Oscar Arias es pragmatico..
y su gobierno como ha sido?
Esa señora por lo que habla parece estar fuera de orbita.
No le creo ni media..
bravo, bravo, lo que los medios de comunicacion no dicen de esta doña usted lo vino a decir, bravo tribuno.. aplausos de pie para usted el post que se jalo, lo mejor que he leido hoy
yo a laura no le creo nada, tiene un discurso muy rebuscado, yo no le creo nada de lo que dice...
laura al infierno...
saludos
Por supuesto que coincido con ambos en la poca credibilidad de la señora, el lunes de verdad que fue muy evidente por la forma "robótica" en que se expresó. Discurso calculado y pegado al guión.
Gracias Mae del Bajo por el piropo, creo que la política da para mucho análisis y si los medios de comunicación no lo hacen, los bloggeros tenemos estos espacios de expresión para poder hacerlo.
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