Fernando Falcón
Abogado
No era precisamente un paseo por el “Strip” o del “Grand Canyon”, lo que estábamos observando atónitos en las trasmisiones de los telenoticiarios. Lo que realmente se estaba ofreciendo al mejor postor en la montañas de San Miguel de Sarapiquí era lo inimaginable; una omisión de auxilio generada por un desastre con ribetes de tragediay aún así, ante este cuadro de angustia, dolor, incertidumbre y desesperación a los ojos del televidente, dantescamente, surgían las tomas de turistas y locales, hoy víctimas de ésta tragedia.
Estos, por su propio medio, caminando por horas, sin abrigo, su última comida hecha hacía más de 24 horas, buscando desesperadamente el auxilio, observaron una explanada con helicópteros estacionados. Creyéndose salvados, reflejo momentáneo de felicidad. ¡Oh sorpresa!: lo que realmente divisaron no era un puesto de auxilio, sino un “stand” de venta “tours” de transporte, de quienes, aprovechándose de la desgracia hicieron su agosto, por omisión e incompetencia gubernamental, llámese Comisión Nacional de Emergencia, llámese, en el caso particular, Ministerio de Turismo.
Resulta además increíble que el jerarca de este ministerio hoy día salga en defensa de estos vividores de la tragedia, al argumentar que: “han salido algunos que no han querido esperar a que llegue el helicóptero de gobierno y han preferido pagarle a una empresa particular”.
Una mentira institucional más, para justificar el caos y la desinformación reinante en la zona, incertidumbre, a la que estos “mercachifles” aéreos obtuvieran para sí, de la forma más vil, inhumana y carente de todo sentido ético, réditos a costa de tanto dolor.
Esta tragedia ha evidenciado la imperiosa necesidad de que en el mediano plazo se reevalúe el tema en despolitizar la Comisión Nacional de Emergencia y se logre conformar un organismo que de verdad dé respuestas ante emergencias de la magnitud del terremoto sufrido y no tener que presenciar escenas como la protagonizada por su jerarca, que al día siguiente de la tragedia junto a otros encargados de cuerpos de socorros se dejaron proferir vítores y elogios los unos para los otros de su “excelencia” laboral, mientras a escasos pasos de dicho show politiquero se estaba explotando la desgracia ajena, mediante la venta de tiquetes aéreos por un “ride” al Tobías Bolaños por el pago de una codiciosa suma, que oscilaba, según el “usurero turístico”, entre los $700 y $1.800 dólares, cuando los “tours4fun” en helicópteros al mejor estilo de Las Vegas por paseos de 30’ minutos a una hora duración, es decir casi el doble de tiempo del ofrecido en Vara Blanca, se inician desde los $75 dólares. Hasta en los peores momentos de desgracia, los turistas en nuestro país son tratados por algunos inescrupulosos como un mero objeto de lucro al peor estilo de Las Vegas.
TOMADO DE LA NACIÓN DEL DÍA 13 DE ENERO DE 2009
1 comentario:
Que triste es ver, leer y escuchar este tipo de historias, que perdida de valores mas grande se observa en este momento, como es posible lucrar con la desesperación ajena, me parece imperdonable, para un local sacar $800 dolares que despues le van a servir para levantar de nuevo su casa o alimentar a su familia o vecino, es un pecado! Y a los pobres extranjeros que pobre imagen se vende del tico, un vividor, aprovechado, oportunista...que mal!
Saludos
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