El fin de semana pasado el Gobierno finalmente confirmó las palabras del ministro de hacienda, al asegurar que ya no se perseguiría la reforma tributaria. Con eso se abandona la posibilidad de hacer una reforma que modernice el sistema tributario, que elimine injusticias y algunos incentivos encubiertos.
Nuestro actual sistema tributario ha servido como incentivo productivo a algunas actividades económicas que ya no ocupan algo así, como las empresas de zonas francas y el sector financiero. La existencia la banca off shore, así como el hecho de que los bancos extranjeros puedan hacer negocios en el país sin pagar un cinco de impuestos (tema desnudado por el más reciente proyecto para exonerar combustibles para transporte público), son elementos que han sido empujados por leyes que tienen 20 o 30 años de elaboradas. ¿Por qué el sistema tributario iba a crear incentivos para que algunos ricos pudieran hacer negocios con bancos en bahamas? ¿Por qué un banco de Suiza va a estar exento de impuestos por prestar plata en Costa Rica? (Hay casi 300 exentos de este impuesto provenientes de todo el mundo). ¿Cuánta plata pierde en fisco así, en manos de los grandes capitales de este país que encontraron formas de hacerse ricos sin pagar impuestos? ¿Qué impacto tiene esta "banca paralela" en la política monetaria, que no puede controlar la inflación que tanto golpea a las personas más pobres?
Ese tipo de injusticias debía revisarse y modificarse, obligar a esos que más tienen a pagar y hacer más progresivo el sistema. Pero se abandonó esa batalla, volvemos a lo mismo, la visión de largo plazo es solo una frase en el discurso político y no una forma de gobierno.
Otro ejemplo: la ley exonera del impuesto de ventas a las carnes, al no poder discriminar por cortes, están exentos cortes de tanta calidad como el filet mignon, beneficiando a aquellos que sí tienen recursos para pagarlos. Lo mismo pasa con los embutidos, pues en el pasado se estableció la exoneración para este alimento, pero eso implica que hoy está exenta la mortadela de baja calidad de igual manera que el roast beef. ¿Cuánto del beneficio de las exoneraciones de impuestos de ventas se las dejan los ricos y las personas más adineradas del país?
Se abandonó esa batalla, el Gobierno decidió bajar los brazos y caer en las manos de la politiquería, estando a las puertas del año preelectoral. En este país pesa más el apoyo a un candidato, que la posibilidad de modernizar la estructura tributaria y corregir las injusticias que esta presenta. Se gobierna por un periodo muy corto entonces, porque luego de dos años y medio, la política es oprimida por la politiquería y entonces el país sigue igual. Que lamentable.
viernes, 29 de agosto de 2008
jueves, 21 de agosto de 2008
Para ampliar sobre biocombustibles
Quisiera poder cambiar hoy de tema, pero me interesa referirme a este, como complemento del último post.
El periódico La Nación informa que el país no tiene capacidad para suplir la demanda de biocombustibles y por lo tanto deberá importar, lo cual contradice parcialmente los objetivos del programa, no todos como parece indicar el Ministro Dobles, un ministro de ambiente al cual el medio ambiente le importa muy poco. Contradice esto los objetivos del programa porque se pretendía sustituir energía importada por energía producida localmente, con efectos favorables en balanza de pagos, sobre el tipo de cambio y sobre la producción local.
Ahora bien, hacerlo, aunque sea con biocombustibles importados, tendrá un efecto favorable sobre el medio ambiente que, dicho sea de paso, el Ministro Dobles no está viendo por ningún lado. Eso por sí solo dice mucho del ministro de ambiente.
Pero para no poner el dedo en la llaga sin que se haga una propuesta, este servidor propone algo que ha venido impulsando desde hace varios días: transformar a FANAL en una fábrica de etanol, en lugar de una fabrica de licores. La transformación no tiene que ser al 100%, tal vez parte de la producción y, sin ser un ingeniero experto en el tema, supongo que no implicará un cambio radical para la empresa, que ya destila alcohol a partir de la misma materia prima con que se produce el etanol, sin impactar negativamente en la producción de azúcar.
¿Nos quedaremos sin guaro?. Bueno, probablemente el Estado deba resolver los problemas energéticos del país, antes que los problemas de embriaguez de sus ciudadanos. ¿Qué les parece?
El periódico La Nación informa que el país no tiene capacidad para suplir la demanda de biocombustibles y por lo tanto deberá importar, lo cual contradice parcialmente los objetivos del programa, no todos como parece indicar el Ministro Dobles, un ministro de ambiente al cual el medio ambiente le importa muy poco. Contradice esto los objetivos del programa porque se pretendía sustituir energía importada por energía producida localmente, con efectos favorables en balanza de pagos, sobre el tipo de cambio y sobre la producción local.
Ahora bien, hacerlo, aunque sea con biocombustibles importados, tendrá un efecto favorable sobre el medio ambiente que, dicho sea de paso, el Ministro Dobles no está viendo por ningún lado. Eso por sí solo dice mucho del ministro de ambiente.
Pero para no poner el dedo en la llaga sin que se haga una propuesta, este servidor propone algo que ha venido impulsando desde hace varios días: transformar a FANAL en una fábrica de etanol, en lugar de una fabrica de licores. La transformación no tiene que ser al 100%, tal vez parte de la producción y, sin ser un ingeniero experto en el tema, supongo que no implicará un cambio radical para la empresa, que ya destila alcohol a partir de la misma materia prima con que se produce el etanol, sin impactar negativamente en la producción de azúcar.
¿Nos quedaremos sin guaro?. Bueno, probablemente el Estado deba resolver los problemas energéticos del país, antes que los problemas de embriaguez de sus ciudadanos. ¿Qué les parece?
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Roberto Dobles
miércoles, 6 de agosto de 2008
Etanol hecho de desechos de...¿cerveza?
En los últimos meses el debate sobre la relación entre los biocombustibles y el precio de los alimentos ha seguido llevado por la idea, por muy poco cierta y mayoritariamente equivocada, de que la producción de etanol y biodiesel están reduciendo la oferta disponible de algunos alimentos y, por lo tanto, incrementando su precio. Bueno, reconozco mi oposición a semejente afirmación.
Si bien es cierto que es innegable el efecto que tiene la producción de etanol de maíz en el precio de este bien, otros países producen etanol con una variedad mayor de productos y su impacto en el precio de los alimentos es mínimo. Aparte del ya sabido caso de Brasil, muy bien cubierto en los últimos días, otro caso silencioso ha surgido cuya relevancia será mayor en poco tiempo: la producción de etanol de la empresa cervecera Molson Coors, dueña de las marcas de cerveza Coors y Molson, usando los desechos de la producción de cerveza como insumo.
Esta compañía, producto de la fusión de las empresas Molson de Canadá y Coors de Estados Unidos, tiene varios años en este proceso, al punto que la próxima Convención del Partido Demócrata que se llevará a cabo en Denver, EE.UU., usará etanol donado por la empresa Molson Coors para movilizar los vehículos flex fuel que se usarán en la convención. Esta empresa está produciendo 3 millones de galones de etanol al año, sin sacrificar la producción de maíz en el proceso, simplemente usando un producto de desecho: http://www.ens-newswire.com/ens/may2008/2008-05-22-093.asp
¿Tiene capacidad nuestro país para hacer algo? Probablemente sí, si nuestro enorme monopolio de cerveza quisiera es posible hacerlo. ¿Afectará eso la producción de alimentos en el país? Prácticamente imposible.
Pero además esto es un llamado para explorar otras cosas, analizar que otros desechos de procesos productivos podrían salvar al planeta de la contaminación y a nuestro país de la crisis del petróleo, con un proceso de producción 100% nacional. ¿Qué tal la broza del café, por ejemplo? ¿O los desechos orgánicos de la producción de banano?
Para el ingenio humano no hay límites, es cuestión de explorar y de tener la inicitiva, esperemos que así sea en Costa Rica.
Si bien es cierto que es innegable el efecto que tiene la producción de etanol de maíz en el precio de este bien, otros países producen etanol con una variedad mayor de productos y su impacto en el precio de los alimentos es mínimo. Aparte del ya sabido caso de Brasil, muy bien cubierto en los últimos días, otro caso silencioso ha surgido cuya relevancia será mayor en poco tiempo: la producción de etanol de la empresa cervecera Molson Coors, dueña de las marcas de cerveza Coors y Molson, usando los desechos de la producción de cerveza como insumo.
Esta compañía, producto de la fusión de las empresas Molson de Canadá y Coors de Estados Unidos, tiene varios años en este proceso, al punto que la próxima Convención del Partido Demócrata que se llevará a cabo en Denver, EE.UU., usará etanol donado por la empresa Molson Coors para movilizar los vehículos flex fuel que se usarán en la convención. Esta empresa está produciendo 3 millones de galones de etanol al año, sin sacrificar la producción de maíz en el proceso, simplemente usando un producto de desecho: http://www.ens-newswire.com/ens/may2008/2008-05-22-093.asp
¿Tiene capacidad nuestro país para hacer algo? Probablemente sí, si nuestro enorme monopolio de cerveza quisiera es posible hacerlo. ¿Afectará eso la producción de alimentos en el país? Prácticamente imposible.
Pero además esto es un llamado para explorar otras cosas, analizar que otros desechos de procesos productivos podrían salvar al planeta de la contaminación y a nuestro país de la crisis del petróleo, con un proceso de producción 100% nacional. ¿Qué tal la broza del café, por ejemplo? ¿O los desechos orgánicos de la producción de banano?
Para el ingenio humano no hay límites, es cuestión de explorar y de tener la inicitiva, esperemos que así sea en Costa Rica.
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