Ciertamente si algo bueno ha traído la crisis es la reducción dramática de las precios del petróleo y con ello la bajada de precios de los combustibles en nuestro país y de tarifas de bus. Sin embargo, esos días felices parecen estar próximos a terminarse. A pesar de que en los últimos días el precio ha subido un poquito, detrás de este aumento lo que hay de nuevo es especulación, aún las fuerzas que lo harán subir no se hacen ver. En otras palabras, todavía falta más.
El problema, en términos generales, no es tanto con el petróleo, sino con los combustibles refinados, pero la gran demanda de crudo también afecta. Por ejemplo: Estados Unidos produce unos 13 millones de barriles diarios de petróleo, es uno de los principales productores (la verdad se debería decir extractores) del mundo, pero consume casi 20 millones de barriles. Su voraz apetito mueve los precios internacionales del crudo, pues si solo un pequeño ajuste de 500 mil barriles que proponga la OPEP hace que el precio se mueva, imaginen lo que sería comprarle al mercado petrolero 7 millones de barriles diarios. Con estos números se hace claro el por qué Obama quiere transformar la industria automovilística estadounidense e impulsar energías limpias.
Pero otros grandes siguen el mal ejemplo de los Estados Unidos. China extraía todo el petróleo que necesitaba hasta el año 1994, año en que tuvo que empezar a importar. En la actualidad extrae unos 3,6 millones de barriles diarios, pero consume casi 7 millones de barriles.
En términos generales, los países de la OPEP apenas producen el 40% del petróleo del mundo, pero tienen el 50% del mercado de exportación de petróleo, así como el 75% de las reservas petroleras. Se prevé que los países fuera del ámbito de OPEP alcanzarán su pico petrolero en 2015, dejándole a OPEP la supremacía del mercado. Las reservas se agotan y se concentran en países lejanos y conflictivos, lo que hará más caro el petróleo en los próximos 10 años (conste que no estamos hablando de mucho tiempo).
En un plazo más inmediato, cuando las economías del mundo salgan de la crisis empezarán a demandar petróleo a un determinado ritmo de crecimiento, lo que presionará los precios al alza. Aunque se logre extraer más petróleo, que en todo caso parece que estará más caro, tal vez no todo se pueda refinar y convertir en gasolinas y diesel al ritmo requerido, lo que hará estos combustibles más caros. Desgraciadamente este problema empezó en los 90's, cuando el precio del petróleo llegó a $9 el barril, lo que no hizo rentable invertir en refinadoras de petróleo, pues el costo de construcción de éstas no era retribuido por los ingresos de la refinación. Al no haber nuevas refinadoras que se empezaran a constuir en los noventas, el impacto negativo fue sentido en esta década, por la insuficiente capacidad de refinación.
En años anteriores, con el aumento del precio del petróleo, se hizo rentable nuevamente construir refinadoras. Algunos proyectos se empezaron el diseñar, pero el estallido de la crisis redujo la posibilidad de conseguir financiamiento para este tipo de proyectos y entonces la refinerías no se empezaron a construir o se pararon. Cuando los efectos de la crisis empiecen a pasar, nuevamente será difícil conseguir combustibles refinados y la gasolina y el diesel subirán de precio.
Todo esto que les acabo de contar es para decirles que se preparen, en los próximos meses y años la gasolina subirá y quizás más que el año anterior. Así que algunos consejos para enfrentar esto juntos:
1. El carro es muy útil, pero no se vuelva "carro-dependiente". Pruebe otras formas de movilización, sobre todo entre semana para ir a trabajar. Póngase de acuerdo con gente que vive cerca de usted y empecemos a pensar en serio en el "car pool". Acuérdese de que existen los buses y ojalá pronto también el tren.
2. Si piensa cambiar de carro, no lo haga aún. El impulso a nuevas tecnologías, así como la obligación del Gobierno de Estados Unidos de imponer criterios más elevados de eficiencia energética, colmarán el mercado dentro de poco de vehículos más económicos. Por el momento trate de mantener el carro bien mantenido.
3. Aún son caros, pero piense en los vehículos híbridos. La economía de combustible es impresionante y son vehículos que aprovechan la energía cinética para avanzar y movilizarse. El Gobierno pretendía bajarles los impuestos, vale la pena preguntar a ver qué pasó.
4. No se oponga a las mezclas de combustibles tradicionales con etanol y biodiesel. No solamente nos harán algo menos dependientes del petróleo, sino que amortiguaran algo del impacto del precio internacional y será un combustible menos contaminante. Le puede producir algún problema inicial, pues el etanol tiende a limpiar todo el sistema de carburación o inyección de gasolina, pero eventualmente eso también le ahorrará dinero en combustible.
5. Caminemos más. Muchas veces sacar el carro es sinónimo de flojera, una caminadita para ir por el pan y el periódico, o para ir a hacer algún mandado, nos hará muy bien.
Estamos advertidos, ahora nos toca a todos actuar.
El problema, en términos generales, no es tanto con el petróleo, sino con los combustibles refinados, pero la gran demanda de crudo también afecta. Por ejemplo: Estados Unidos produce unos 13 millones de barriles diarios de petróleo, es uno de los principales productores (la verdad se debería decir extractores) del mundo, pero consume casi 20 millones de barriles. Su voraz apetito mueve los precios internacionales del crudo, pues si solo un pequeño ajuste de 500 mil barriles que proponga la OPEP hace que el precio se mueva, imaginen lo que sería comprarle al mercado petrolero 7 millones de barriles diarios. Con estos números se hace claro el por qué Obama quiere transformar la industria automovilística estadounidense e impulsar energías limpias.
Pero otros grandes siguen el mal ejemplo de los Estados Unidos. China extraía todo el petróleo que necesitaba hasta el año 1994, año en que tuvo que empezar a importar. En la actualidad extrae unos 3,6 millones de barriles diarios, pero consume casi 7 millones de barriles.
En términos generales, los países de la OPEP apenas producen el 40% del petróleo del mundo, pero tienen el 50% del mercado de exportación de petróleo, así como el 75% de las reservas petroleras. Se prevé que los países fuera del ámbito de OPEP alcanzarán su pico petrolero en 2015, dejándole a OPEP la supremacía del mercado. Las reservas se agotan y se concentran en países lejanos y conflictivos, lo que hará más caro el petróleo en los próximos 10 años (conste que no estamos hablando de mucho tiempo).
En un plazo más inmediato, cuando las economías del mundo salgan de la crisis empezarán a demandar petróleo a un determinado ritmo de crecimiento, lo que presionará los precios al alza. Aunque se logre extraer más petróleo, que en todo caso parece que estará más caro, tal vez no todo se pueda refinar y convertir en gasolinas y diesel al ritmo requerido, lo que hará estos combustibles más caros. Desgraciadamente este problema empezó en los 90's, cuando el precio del petróleo llegó a $9 el barril, lo que no hizo rentable invertir en refinadoras de petróleo, pues el costo de construcción de éstas no era retribuido por los ingresos de la refinación. Al no haber nuevas refinadoras que se empezaran a constuir en los noventas, el impacto negativo fue sentido en esta década, por la insuficiente capacidad de refinación.
En años anteriores, con el aumento del precio del petróleo, se hizo rentable nuevamente construir refinadoras. Algunos proyectos se empezaron el diseñar, pero el estallido de la crisis redujo la posibilidad de conseguir financiamiento para este tipo de proyectos y entonces la refinerías no se empezaron a construir o se pararon. Cuando los efectos de la crisis empiecen a pasar, nuevamente será difícil conseguir combustibles refinados y la gasolina y el diesel subirán de precio.
Todo esto que les acabo de contar es para decirles que se preparen, en los próximos meses y años la gasolina subirá y quizás más que el año anterior. Así que algunos consejos para enfrentar esto juntos:
1. El carro es muy útil, pero no se vuelva "carro-dependiente". Pruebe otras formas de movilización, sobre todo entre semana para ir a trabajar. Póngase de acuerdo con gente que vive cerca de usted y empecemos a pensar en serio en el "car pool". Acuérdese de que existen los buses y ojalá pronto también el tren.
2. Si piensa cambiar de carro, no lo haga aún. El impulso a nuevas tecnologías, así como la obligación del Gobierno de Estados Unidos de imponer criterios más elevados de eficiencia energética, colmarán el mercado dentro de poco de vehículos más económicos. Por el momento trate de mantener el carro bien mantenido.
3. Aún son caros, pero piense en los vehículos híbridos. La economía de combustible es impresionante y son vehículos que aprovechan la energía cinética para avanzar y movilizarse. El Gobierno pretendía bajarles los impuestos, vale la pena preguntar a ver qué pasó.
4. No se oponga a las mezclas de combustibles tradicionales con etanol y biodiesel. No solamente nos harán algo menos dependientes del petróleo, sino que amortiguaran algo del impacto del precio internacional y será un combustible menos contaminante. Le puede producir algún problema inicial, pues el etanol tiende a limpiar todo el sistema de carburación o inyección de gasolina, pero eventualmente eso también le ahorrará dinero en combustible.
5. Caminemos más. Muchas veces sacar el carro es sinónimo de flojera, una caminadita para ir por el pan y el periódico, o para ir a hacer algún mandado, nos hará muy bien.
Estamos advertidos, ahora nos toca a todos actuar.